Un libro muy recomendable para leer los días de vacaciones que nos queden es el de la pareja Julio Basulto y Juanjo Cáceres: el libro “Más vegetales, menos animales” (editorial DeBolsillo).
A Julio Basulto lo deberías conocer por su otra obra titulada: “Comer o no Comer”. Uno de los nutricionista con más voz en los últimos años, donde lucha cara a cara con la industria alimentario y con la publicidad. En esta guerra Juanjo es otros militante. Que lucha por la verdad, y sobre todo, por dar la mejor infomación y deshacer mitos.
El libro que nos ocupa en el blog es uno de los temas más actuales del momento: la mala conciencia que comienzan a tener muchas personas que consumen carne, al ver la mala vida que se les da a los animales y la forma con la que los hemos explotas. Hablamos, pues, del vegetarianismo como tendencia y, así, de esas bandejas de las carnicerías y supermercados repletas de muslos de pollos que ni siquiera llegaron a conocerse, pero también de que grandes extensiones de África sirven para alimentar al ganado que nos comemos en Europa y EEUU mientras ellos se mueren de hambre. O que la producción ganadera guarda una estrecha relación con la emisión de gases con efecto invernadero entre otros problemas éticos y morales.
Es por ello que este libro intenta cuestionarse las condición omnívora, pese a que las prácticas vegetarianas se pierdan en los albores del tiempo: desde la compasión budista hacia cualquier ser vivo, hasta el vegetarianismo de Pitágoras, pasando por el convencimiento de San Francisco de Asís de que los animales son nuestros hermanos. El título del libro ya es revelador de la propuesta de Cáceres y Basulto: “Mas vegetales, menos animales” (y no “más vegetales y ningún animal”).
En este sentido, el volumen constituye una completa guía para quienes se están planteando bajar el consumo de carne o directamente ser vegetariano, pero también para quienes, o para aquellos que ya son vegetarianos pero tienen dudas sobre la vitamina B12, la sal yodada, el calcio, las proteínas o cualquier otro nutriente de vital interés. Esto no es óbice para que la obra desmitifique algunas de las arcadias doradas del vegetarianismo: que si la miel, que si las algas marinas, que si las hierbas “medicinales”, que si las terapias “alternativas”, que si las recetas “anti-cáncer”…. A veces ser vegetariano se le cubre de un halo de magufadas que alejan la evidencia científica sobre la dieta vegetariana.
La creación de este libro a doble mano de Julio Basulto y Juanjo Cáceres, trata de ir en pos de la verdad. Lo que dicen ambos autores es que el “homo sapiens” ha dado paso al “homo carnívoro”, un especímen capaz de comer unos 93 kilos de carne al año. ¡Qué lejos quedan aquellos días en los que la FAO consignaba que en el año 1961 los españoles consumíamos únicamente 21,8 kilos de carne por habitante y año, lo que nos obligaba a comer vegetales, frutas y legumbres. Alimentos que han sido desplazado por un consumo masivo de carne.
Por este motivo, no causa extrañeza que cada vez más nutricionista se pongan las manos sobre la cabeza al comprobar que engullimos más carne de la que jamás hubieran soñado comer los paleolíticos, quienes bastante hacían, los pobres, con apropiarse de la carroña que dejaban otros animales cazadores. Y que según muchos estudios, no eran tan común comer carne, pues suponía muchas veces más riesgos de muerte que de recompensa.
Aunque el libro, “Más vegetales, menos animales” no habla solamente de vegetarianismo, sino de temas genereales como la Salud.
La salud no es cuestión de “mala suerte”, sino que guarda una estrecha relación con la lactancia materna o artificial, el sedentarismo, el tabaquismo, el alcohol, las relaciones dañinas y, ya por fin, con los alimentos superfluos y las carnes procesadas.
El libro aunque defienda una alimentación mucho más vegetal o completamente vegetariana, ello no les lleva a caer rendidos ante la “fitoterapia” y las bobadas sobre SUPERALIMENTOS, las terapias con flores o vegetales, o tonterías similiares que pueden poner en peligro a las personas, o incluso peor, poner en tela de juicio a los verdaderos científicos.
Con todo, el resumen podría ser que es mucho más saludable ser parcialmente vegetariano o 100% vegetariano, que convertirse o ser en uno de esos carnívoros que comen carne o productos cárnicos siete día a la semana. El libro nos anima a tomar por fin la decisión de cambiar de bando, de ganar conciencia animal, empatía con el entorno, por todos nosotros y en particular por los animales.
La ética nutricional es algo que debemos empezar a impulsar en los colegios, en los partidos políticos y en la industria. La información es poder, y tener una actitud curiosa frente a la cocina, conocer platos nuevos, comida vegana, recetas de otros paises y del nuestro propio basada en las legumbres y vegetales, haran de el mundo un lugar mejor.
Sinopsis Más vegetales, menos animales
Más vegetales, menos animales aborda el tema de la alimentación vegetal, desmontando falsas creencias y proporcionando argumentos científicos que la avalan.
La adopción de pautas alimentarias que dejan total o parcialmente de lado los productos de origen animal es considerada por la población, en ocasiones, una mera opción ideológica, carente de fundamento científico y hasta perniciosa para la salud. De entre dichas pautas, conocidas como -dietas basadas en plantas(plant-based diets), destacan el vegetarianismo y el veganismo.
Frente a ello, Julio Basulto y Juanjo Cáceres muestran por qué, de acuerdo con el conocimiento científico disponible, el patrón dietético que se relaciona con una mejor calidad de vida y, también, con una mayor esperanza de vida puede sintetizarse en la siguiente máxima: -Más vegetales, menos animales y nada o casi nada de carnes procesadas y alimentos superfluos-.
Los autores revisan también en esta obra aspectos históricos de la alimentación y de la hominización, desmintiendo que la alimentación basada en vegetales sea una moda reciente, así como las cuestiones ambientales, éticas e incluso económicas que avalan también optar por esta pauta dietética.
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