Se puede decir que los aceites esenciales puros son el alma de las plantas.

Los aceites esenciales son líquidos muy volátiles, con una composición muy compleja, formada por varios tipos de sustancias: alcoholes, cetonas, terpenos, fenoles, etc. Todas estas sustancias se obtienen de las diferentes partes de las plantas: raíz, tronco, ramas, hojas, flores, etc.

Al ser un aceite, su textura es acuosa, pero dependiendo de su pureza, puede aumentar su densidad hasta volverse casi viscosa. Esto también dependerá de las partes de la planta de donde se extrae el aceite.

¿Cómo se obtienen los aceites esenciales?

Los aceites esenciales se obtienen habitualmente tras un proceso de destilación por arrastre de vapor de agua. Es el mismo proceso que se utiliza para extraer las esencias de las llamadas maderas aromáticas (palo de rosa, cedro, sándalo), flores (lavanda, rosa, jazmín), hierbas, ramas y hojas (tomillo, romero).

Tras el proceso de destilación, el agua obtenida es la llamada hidrolato, que contiene moléculas aromáticas.

Otro procedimiento es la presión. Con este método, se obtiene el aceite esencial puro por presión de las frutas cítricas (naranja, limón, mandarina, pomelo).

Pureza de los aceites

La pureza de los aceites esenciales dependen de muchos factores, tales como la hora de recolección del fruto, el clima e incluso el terreno donde se encuentra.

El quimiotipo, es lo que define las propiedades de cada aceite. Es lo que indica la molécula que se encuentra en mayor concentración. Podríamos decir que es una manera de catalogar a las plantas en función de su composición química.

Esto significa que podemos tener varios quimiotipos de un mismo aceite, dependiendo de los factores anteriormente comentados, en función de su molécula principal.

Cómo utilizar los aceites esenciales y dónde comprarlos

Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es que los aceites esenciales puros son extremadamente concentrados, por lo que una sola gota de este producto, es suficiente para conseguir resultados efectivos. 

Este hecho implica que generalmente no deben usarse directamente sobre la piel, sino mezclados con otros aceites que actúan como portadores y rebajen la pureza.

La mejor forma de conseguir estos aceites es en centros especializados como herboristeristerías, herbolarios online o a través de tiendas online como Pranarom, laboratorio científico y de aromaterapia fundado en 1991 y mundialmente conocido gracias a la calidad de sus productos.

Podemos distinguir 3 vías de utilización de los aceites esenciales puros:

Vía Tópica

Es la forma más utilizada de uso de los aceites esenciales, pero tenemos que tener en cuenta que debido a su pureza, el contacto directo con la piel no se recomienda.

Su uso tópico debe realizarse mezclado con otros aceites vegetales portadores.

Los aceites esenciales que entran en contacto con la piel penetran inmediatamente en el torrente sanguíneo y se distribuye por los tejidos corporales de forma rápida.

Es la forma más práctica de aplicarlos: es sencilla y agradable, y su acción, rápida y eficaz. 

Vía olfativa

En este caso, la idea es inhalar el aceite esencial directamente del envase, sin mezclas.

En este caso, las moléculas del aceite esencial ingresarán en el cuerpo a través de las vías respiratorias y se distribuyen por los pulmones y los bronquios.

Se utiliza generalmente para aceites que mejoran la respiración y facilitar la expulsión de las secreciones mucosas.

Lo más positivo de este método de aplicación es que alcanzan rápidamente el cerebro y actúan directamente sobre el sistema límbico, parte emocional del cerebro que regula la respuesta fisiológica frente a determinados estímulos, como el miedo o la ira.

Vía oral

Es la vía es la menos utilizada, debido precisamente a la alta densidad y concentración de los aceites. De hecho, algunos aceites pueden ser irritantes para el tracto gastrointestinal.

Este modo de empleo se indicada sobre todo para problemas digestivos, tales como estreñimiento, gases, malas digestiones, ardores, etc., debido a que pasan directamente al estómago.

También se puede llegar a recomendar para problemas circulatorios, como los edemas, al facilitar la eliminación de toxinas y líquidos retenidos, y reducir la hinchazón de los pacientes.

Como nota final nos gustaría añadir que debido a la complejidad bioquímica de los aceites esenciales puros, en caso de estar recibiendo tratamiento médico de forma paralela, debe valorar con su médico la posibilidad de complementar el tratamiento con aceites esenciales. Es raro, pero podrían darse posibles interacciones entre los fármacos y los aceites esenciales, y siempre es mejor prevenir que curar.